Cuando tenía unos 3 o 4 años mis papás me compraron un juego de recámara blanca con ribetes en dorado, el sueño de toda niña de los 70's; muy al estilo de Marcia Brady. Estos muebles permanecieron en la recámara de mi hermana y la mia durante nuestra infancia y cuando ya no los quisimos nuestras dos hermanas mas pequeñas gustosas los aceptaron en la suya hasta que ya de adolescentes optaron por renovar su habitación y los pobres muebles anduvieron de un cuarto a otro en la casa de mis papás hasta que un día me ví en la necesidad de unos y me acordé de ellos así que decidí llevarlos a mi casa.
Acomodé los muebles en la recámara, así como estaban, me gustaban porque habían sido parte de mi vida mucho tiempo pero honestamente no me agradaba el estilo que tenían. Llegué a imaginar el tocador pintado de negro con una cubierta simulando mármol para utilizar como buffet en el comedor, o pintado de blanco para mi hija o inclusive llegue a pensar que era mejor venderlos o regalarlos, sin embargo pasaron los años y los muebles estaban igualitos que cuando me los lleve a casa, bueno, casi igualitos porque ya estaban un poco maltratados por el uso cotidiano. Hasta que hace poco me decidí a experimentar pensando que si los echaba a perder, pues se podrían volver a lijar y listo!.
Aunque solo he terminado el tocador, este luce hermoso a la entrada de mi casa y he utilizado los cajones para acomodar algunas cosas que estaban desvalagadas por ahi. El proyecto de la entrada no esta terminado, pero creo que va tomando forma y este mueble definitivamente es la pieza central. !Me encanta!
El renovar este mueble y darle un nuevo uso me ha puesto a recapacitar y reconocer que existen aspectos de mi persona que tengo completamente olvidados, que estan ahi esperando pacientes a que me de cuenta de su existencia, que me decida a trabajarlos, adecuarlos a mis necesidades actuales y al igual que mi nuevo tocador tengan un nuevo propósito y un nuevo brillo.
Acomodé los muebles en la recámara, así como estaban, me gustaban porque habían sido parte de mi vida mucho tiempo pero honestamente no me agradaba el estilo que tenían. Llegué a imaginar el tocador pintado de negro con una cubierta simulando mármol para utilizar como buffet en el comedor, o pintado de blanco para mi hija o inclusive llegue a pensar que era mejor venderlos o regalarlos, sin embargo pasaron los años y los muebles estaban igualitos que cuando me los lleve a casa, bueno, casi igualitos porque ya estaban un poco maltratados por el uso cotidiano. Hasta que hace poco me decidí a experimentar pensando que si los echaba a perder, pues se podrían volver a lijar y listo!.
Aunque solo he terminado el tocador, este luce hermoso a la entrada de mi casa y he utilizado los cajones para acomodar algunas cosas que estaban desvalagadas por ahi. El proyecto de la entrada no esta terminado, pero creo que va tomando forma y este mueble definitivamente es la pieza central. !Me encanta!
El renovar este mueble y darle un nuevo uso me ha puesto a recapacitar y reconocer que existen aspectos de mi persona que tengo completamente olvidados, que estan ahi esperando pacientes a que me de cuenta de su existencia, que me decida a trabajarlos, adecuarlos a mis necesidades actuales y al igual que mi nuevo tocador tengan un nuevo propósito y un nuevo brillo.
Titi: si ese mueble hablara!!! tengo una infinidad de recuerdos con esa recámara como fondo. Me da mucho gusto que hayas podido darle nueva vida a esa madera. Te felicito por los resultados. Un abrazo, tu hermana pequeña.
ResponderEliminar